Lord and Taylor, la tienda departamental de lujo fundada en 1828 en Estados Unidos, debió enfrentar uno de los problemas más comunes de los retailers: “no puedes vender lo que no ves”. “Los clientes no pueden ir a nuestros depósitos. Ellos solo pueden comprar lo que ven. Por ello mantener muestras de cada artículo en exhibición es nuestra prioridad número uno” indicó Joy Weinstock, vicepresidenta de comercialización y operaciones de calzado femenino.
El departamento de calzado de la sucursal ubicada en la 5°Avenida en New York fue el principal desafío. En esta tienda, decenas de modelos de calzado en diferentes colores y estilos deben ser expuestos diariamente, sumado esto a la constante rotación de artículos, al incluirse nuevos modelos o por el recambio de temporadas. Esto significaba que podían pasar días hasta que las reposiciones de todos los artículos se realizaban. Irónicamente, el alto tráfico de clientes y las ventas exitosas agravaron el problema: a medida que se vendían más zapatos, se perdían más muestras en los exhibidores y el personal estaba muy ocupado atendiendo a los clientes para realizar la revisión y reposición de artículos adecuadamente.
Con el sistema de reposición por código de barra, las tiendas recibían un informe semanal con todo lo que suponía que debían tener en stock para prepararse para el escaneo. Luego los empleados debían recorrer la tienda tocando y moviendo cada par de zapatos para realizar la lectura, lo cual demandaba mucho tiempo y esfuerzo físico, y requería entre dos a cuatro personas, trabajando de seis a ocho horas para terminar la lectura. Por último, recibían el informe de artículos perdidos recién al día siguiente del escaneo. Todo este proceso hacia que mantener los espacios de exhibición correctamente abastecidos demandara mucho tiempo y recursos.
Esto llevó a la marca a buscar una solución para administrar su inventario de manera eficaz y asegurarse de no perder ventas, y en el 2012, decidieron llevar a cabo un piloto de la tecnología RFID en la sucursal de la 5° Avenida para evaluar las posibles mejoras que esta solución podría llevar al manejo del stock. Para el piloto, se colocó una etiqueta RFID directamente en cada par de zapatos en el piso de ventas. Las etiquetas RFID se «asociaron» con los códigos de barras proporcionando información completa sobre el proveedor, el color, el precio, etc. El personal de la tienda utilizó lectores de mano inalámbricos para recopilar la información de las etiquetas de los zapatos en exhibición, creando un registro de inventario de referencia, e informando exactamente los faltantes para realizar la reposición antes de la apertura del local.
El piloto demostró rápidamente a Lord & Taylor los beneficios de usar RFID para la gestión de inventario. Los controles anteriores podrían requerir de varías personas y tardar hasta una jornada laboral completa, mientras que con RFID el control se podría completar en solo 60 minutos. Además, al utilizar RFID, el departamento de calzado del minorista podría mantener una precisión diaria de inventario de al menos el 95 por ciento.
«No solo estamos ahorrando tremendas cantidades de tiempo en hacer una inventario, ahora podemos hacerlo más seguido y que nuestros esfuerzos estén mejor apuntados al abastecimiento para el cliente» indicó Rosemary Ryan, Directora regional de operaciones de la región uno de Lord and Taylor, quien también aclaró que a partir de la implementación el tiempo que un modelo no está en exhibición se reduce a un par de horas, cuando antes podía ser un período de hasta 6 días. Así se redujo drásticamente el riesgo de perder ventas por artículos que no están exhibidos.
Los resultados de la implementación son claros; el departamento de calzado ha logrado un margen de exhibición de sus artículos de un 95%, ahorrando un 75% de tiempos de trabajo. A partir de este éxito, la empresa replicó la solución a las 48 tiendas de Estados Unidos.