El Grupo ANWR coloca un tag RFID a cada zapato en cada par, así como a la caja en la que se vende el calzado, con la intención de aprender cómo los tags RFID UHF EPC pueden mejorar su rastreo de inventarios y sus transacciones de venta, así como evitar robos.
El Grupo ANWR, una cooperativa comercial Europea que se compone de comerciantes de calzado, artículos de piel, artículos deportivos y bicicletas, lleva a cabo una prueba de concepto en tres tiendas en las que se involucra el etiquetado del calzado con tecnología RFID.
La organización espera demostrar que la tecnología de identificación por radio frecuencia puede rastrear el inventario de forma efectiva, prevenir los robos, optimizar los procesos y permitir llevar a cabo más ventas. Si la prueba de concepto –que inició en septiembre de 2016 y se espera que continúe hasta fin de año –es exitosa, el Grupo ANWR espera que los resultados puedan ayudarlos a encaminarse hacia un estándar más detallado respecto al etiquetado de los zapatos para el beneficio de los clientes de ANWR.
Las implementaciones se están llevando a cabo en una tienda de 3,000 metros cuadrados en el norte de Bavaria, y en dos tiendas de 400 metros cuadrados cerca de Colonia. Los tags de RFID UHF pasivos EPC Gen 2, ya sea en forma de etiqueta adherible o colgante, son impresos por ambos lados y posteriormente son colocados en cada zapato. En algunos casos, también se coloca un tag en la caja en la cual se venden los zapatos. El número del Código Electrónico de Producto (EPC) se codifica en cada uno de los tres tags y se vincula en el software como un solo producto. De esa forma, si un zapato es removido de la caja y colocado en el piso de venta, los tags RFID podrían ayudar a encontrar el zapato que pertenece a esa caja. En el futuro, el grupo espera utilizar tres números de tags que sean idénticos excepto por un “número verificador” dentro del EPC.
En el punto de venta, hay lectores RFID de escritorio que se instalaron para capturar los números de identificación de los zapatos y sus cajas, así como para confirmar que los artículos correctos (zapato derecho e izquierdo) estén dentro de la caja correcta. El sistema también lleva un registro de la venta.
Se instaló un portal de lectura RFID en la entrada de cada tienda, con la intención de monitorear que tan bien pueden ser leídos los tags cuando pasan por la puerta. Si el lector detecta un par de zapatos que no fueron comprados, entonces el software puede disparar una alerta.
En la tienda más grande, ANWR está probando un robot de lecturas RFID para llevar a cabo un recuento de inventario.
Las pruebas se realizan al mismo tiempo en que el Grupo ANWR se reúne con miembros del GS1 de Alemania y varios grupos más de GS1 Global, para determinar la forma en que se pueden mejorar los estándares respecto al etiquetado y el rastreo de los zapatos.
Hasta ahora los fabricantes han sido renuentes a etiquetar los zapatos que ellos venden debido al costo de los tags y la idea de que no tiene beneficios para ellos como fabricantes. Él espera que al demostrar los beneficios que aporta la tecnología RFID durante toda la cadena de suministro del calzado, el Grupo ANWR podrá convencer a los fabricantes acerca del valor que ofrece la tecnología.